En un post anterior hablaba del grupo americano en Facebook que aglutina a esos "ángeles de la búsqueda" (search angels, en inglés) que ayudan a adoptados y a gente que busca a su familia biológica. Este grupo fue creado por una señora llamada CeCe Moore, que empezó en esto de la 'genealogía genética' como una aficionada, y ha acabado convirtiéndose en un referente mundial en este campo.
Creó el grupo de Facebook (llamado 'DNA Detectives), enseñó y entrenó a un grupo de entusiastas de la genealogía. Y éstos son esos "ángeles" que ahora ayudan desinteresadamente a mucha gente a encontrar sus orígenes biológicos.
CeCe es, en la actualidad, asesora de un laboratorio de genética y desde hace un tiempo, los cuerpos de policía de Estados Unidos la contactan para ayudar a resolver crímenes que llevan décadas envueltos en el misterio. Estos casos y la búsqueda de CeCe mediante la genealogía genética es lo que cuenta la docuserie "The Genetic Detective" (el Detective Genético), que se está emitiendo en EE.UU actualmente en la cadena ABC (me temo que de momento, no está disponible su emisión en ningún país europeo).
El primer capítulo muestra cómo la policía de un condado cerca de Seattle (al oeste del país, cerca de la frontera con Canadá) se pone en contacto con esta peculiar detective para resolver un caso de un doble homicidio, ocurrido a finales de los 80 y sin resolución.
La policía contaba con muestras de ADN del asesino, pero en su día, no encontraron coincidencias en las bases de datos de las fuerzas de seguridad de la época y se quedaron sin pistas. Unos treinta años más tarde, con una cantidad mínima de ese ADN, con el 'boom' masivo de las pruebas genéticas comerciales y un avance gigantesco en toda esta tecnología genética, la cosa cambia de manera drástica.
CeCe sube el ADN que le facilita la policía a GEDMatch, una base de datos abierta en internet (con más de un millón de muestras en ella) y ahí encuentra que el asesino tiene una coincidencia mínima con otra persona. Con sus conocimientos de genética, entiende que ese nivel de coincidencia establecería que la relación entre estas dos personas es de primos segundos, más o menos.
En base a esto, pone en marcha su labor de "genealogía inversa": sabe que el nexo en común entre los dos son sus bisabuelos. Así que empieza "subiendo" en el árbol genealógico hacia esa generación para lograr datos en torno a éstos y a partir de esta pareja de parientes, empieza a indagar, hacia "abajo", en el resto del arbol genealógico. Para ello, busca datos en el censo, registros de matrimonio, nacimientos, redes sociales, etc, para dar con los nombres de todas las generaciones pertinentes. Hasta bajar finalmente al nivel del árbol donde se encuentra el sospechoso.
En este primer episodio, CeCe cuenta que el trabajo de investigación hasta llegar a esa persona en concreto le había llevado un par de horas. No obstante, se pasó todo un fin de semana repasando sus teorías para asegurarse de que quien había encontrado era, en efecto, la persona correcta. Inmediatamente después, la policía localiza a ese individuo, logra una muestra de su ADN y al compararla con la que hay en el archivo de pruebas... ¡Bingo! Coincidencia del 100%. Caso resuelto. Es absolutamente alucinante que de este modo, un caso abierto desde 30 años ha sido resuelto en pocas horas.
Hace un momento, he terminado de ver el segundo episodio de esta docuserie, donde CeCe identifica a un asesino en serie. Lo llamativo de este capítulo es que al resolver el caso, pide tener un encuentro con la hija del asesino. Al preguntarle si no está enfadada con ella por haber identificado a su padre como el responsable de la muerte de al menos 6 personas, la chica responde que se alegra de que se haya dado con él gracias a los tests de ADN, y a que unos familiares se los hicieron también. Añade que cuanta más gente se haga este tipo de pruebas, mucho mejor por lo eficaces que son para ayudar a resolver crímenes, a reunir familias y en definitiva, a que se haga justicia.
Escuchando a esta chica, he sentido mucha esperanza. A pesar del mazazo emocional que debe de ser enterarse que su padre era un asesino en serie, aprecia el beneficio de las pruebas de ADN y aboga por que se vuelvan algo común y extendido entre la gran mayoría de la población. Ojalá hubiera mucha más gente como ella, con esa misma voluntad.
He oído a mucha gente quejarse sobre todo lo negativo que hay en que la policía use la genética comercial, los agujeros legales que todo esto conlleva, las quejas de muchos sobre las consecuencias de sacar a la luz con estas pruebas hijos ilegítimos, escándalos extramaritales, etc. Pero veo a esta chica defender estos métodos con convicción (cuando podría tener argumentos para hacer lo contrario) y me reitero en mi idea de que esa mentalidad es la necesaria en España: que haya mucha más gente haciéndose tests de ADN y así resolver numerosos casos de 'bebés robados' y de adoptados que buscan a su familia biológica.
Creó el grupo de Facebook (llamado 'DNA Detectives), enseñó y entrenó a un grupo de entusiastas de la genealogía. Y éstos son esos "ángeles" que ahora ayudan desinteresadamente a mucha gente a encontrar sus orígenes biológicos.
CeCe es, en la actualidad, asesora de un laboratorio de genética y desde hace un tiempo, los cuerpos de policía de Estados Unidos la contactan para ayudar a resolver crímenes que llevan décadas envueltos en el misterio. Estos casos y la búsqueda de CeCe mediante la genealogía genética es lo que cuenta la docuserie "The Genetic Detective" (el Detective Genético), que se está emitiendo en EE.UU actualmente en la cadena ABC (me temo que de momento, no está disponible su emisión en ningún país europeo).
El primer capítulo muestra cómo la policía de un condado cerca de Seattle (al oeste del país, cerca de la frontera con Canadá) se pone en contacto con esta peculiar detective para resolver un caso de un doble homicidio, ocurrido a finales de los 80 y sin resolución.
La policía contaba con muestras de ADN del asesino, pero en su día, no encontraron coincidencias en las bases de datos de las fuerzas de seguridad de la época y se quedaron sin pistas. Unos treinta años más tarde, con una cantidad mínima de ese ADN, con el 'boom' masivo de las pruebas genéticas comerciales y un avance gigantesco en toda esta tecnología genética, la cosa cambia de manera drástica.
CeCe sube el ADN que le facilita la policía a GEDMatch, una base de datos abierta en internet (con más de un millón de muestras en ella) y ahí encuentra que el asesino tiene una coincidencia mínima con otra persona. Con sus conocimientos de genética, entiende que ese nivel de coincidencia establecería que la relación entre estas dos personas es de primos segundos, más o menos.
En base a esto, pone en marcha su labor de "genealogía inversa": sabe que el nexo en común entre los dos son sus bisabuelos. Así que empieza "subiendo" en el árbol genealógico hacia esa generación para lograr datos en torno a éstos y a partir de esta pareja de parientes, empieza a indagar, hacia "abajo", en el resto del arbol genealógico. Para ello, busca datos en el censo, registros de matrimonio, nacimientos, redes sociales, etc, para dar con los nombres de todas las generaciones pertinentes. Hasta bajar finalmente al nivel del árbol donde se encuentra el sospechoso.
En este primer episodio, CeCe cuenta que el trabajo de investigación hasta llegar a esa persona en concreto le había llevado un par de horas. No obstante, se pasó todo un fin de semana repasando sus teorías para asegurarse de que quien había encontrado era, en efecto, la persona correcta. Inmediatamente después, la policía localiza a ese individuo, logra una muestra de su ADN y al compararla con la que hay en el archivo de pruebas... ¡Bingo! Coincidencia del 100%. Caso resuelto. Es absolutamente alucinante que de este modo, un caso abierto desde 30 años ha sido resuelto en pocas horas.
Hace un momento, he terminado de ver el segundo episodio de esta docuserie, donde CeCe identifica a un asesino en serie. Lo llamativo de este capítulo es que al resolver el caso, pide tener un encuentro con la hija del asesino. Al preguntarle si no está enfadada con ella por haber identificado a su padre como el responsable de la muerte de al menos 6 personas, la chica responde que se alegra de que se haya dado con él gracias a los tests de ADN, y a que unos familiares se los hicieron también. Añade que cuanta más gente se haga este tipo de pruebas, mucho mejor por lo eficaces que son para ayudar a resolver crímenes, a reunir familias y en definitiva, a que se haga justicia.
Escuchando a esta chica, he sentido mucha esperanza. A pesar del mazazo emocional que debe de ser enterarse que su padre era un asesino en serie, aprecia el beneficio de las pruebas de ADN y aboga por que se vuelvan algo común y extendido entre la gran mayoría de la población. Ojalá hubiera mucha más gente como ella, con esa misma voluntad.
He oído a mucha gente quejarse sobre todo lo negativo que hay en que la policía use la genética comercial, los agujeros legales que todo esto conlleva, las quejas de muchos sobre las consecuencias de sacar a la luz con estas pruebas hijos ilegítimos, escándalos extramaritales, etc. Pero veo a esta chica defender estos métodos con convicción (cuando podría tener argumentos para hacer lo contrario) y me reitero en mi idea de que esa mentalidad es la necesaria en España: que haya mucha más gente haciéndose tests de ADN y así resolver numerosos casos de 'bebés robados' y de adoptados que buscan a su familia biológica.