Pero lo más sorprendente, y yo diría increíblemente esperanzador, es recibir esas muestras incluso de gente que no nos conoce de nada, que ha visto a mi padre en la tele, o le ha llegado mi email de un conocido de un conocido, o mis tweets,... toda esa gente me impresiona, me conmueve muchísimo y me motiva enormemente para seguir buscando. Porque confirma mi idea de que el mundo está mayoritariamente lleno de gente buena y con buen corazón.
A toda esa gente, le doy las gracias de corazón por sus ánimos y su apoyo, y porque sé que, gracias a ella, a su ayuda y a su buena voluntad, seguramente será mucho más corta esta búsqueda que llevamos a cabo muchas familias.